PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cómo evitar la condensación?

Para evitar la condensación y mejorar el control hay que asegurar que se produzca una ventilación controlada. Las ventanas deben abrirse diariamente aproximadamente entre 5 y 10 minutos de forma completa. Esto se recomienda especialmente durante las mañanas.

De esta forma puede expulsarse calor y humedad con una mínima pérdida térmica en la habitación.

En tan poco tiempo las paredes y muebles no se enfrían y las pérdidas de energía se reducen al mínimo.

¿Por qué se empañan los vidrios exteriores?

Los vidrios aislantes con altos valores de aislamiento térmico reducen de manera considerable el paso de energía desde el interior hasta el exterior – cuanto menor sea el valor Ug – menor será la pérdida de energía. Por ello, el cristal exterior permanece frío. Al abrir la ventana, el aire caliente y húmedo del interior llega al cristal exterior y se condensa.

Durante noches claras y frías, el cristal exterior se enfría por la baja temperatura del aire y por la irradiación hacia la atmósfera. En otoño y primavera, cuando la humedad del aire es elevada, se forma condensación en el cristal exterior, también con las ventanas cerradas.

El vidrio exterior empañado no es un defecto, sino la señal de un excelente aislamiento térmico de los cristales aislantes modernos.

Cuando la temperatura exterior sube, los vidrios se secan y se recupera la transparencia.

Este fenómeno que no se limita al vidrio, se manifiesta también con otros materiales, pero la condensación no es visible, a no ser que se trate por ejemplo, de fachadas lisas de metal. La condensación es más visible en el vidrio porque es transparente.

¿Por qué no había condensación con los viejos cristales aislantes?

Los viejos cristales aislantes o ventanas de acristalamiento simple tenían un aislamiento térmico marcadamente peor. El cristal exterior era calentado por el calor que se perdía desde el interior, y el cristal calentado no se empaña.

¿Cómo se produce la condensación en los cristales interiores?

La condensación de los cristales interiores aparece con mucha menos frecuencia en los vidrios aislantes modernos que en el vidrio aislante más antiguo. Gracias al elevado aislamiento térmico la temperatura de la superficie del vidrio es casi tan alta como la temperatura ambiente. Cuando el aire ambiental es muy húmedo, por ejemplo cocinando o en el cuarto de baño, los cristales interiores pueden empañarse.

Una ventilación periódica impide la condensación de la humedad del aire en las paredes e impide que la condensación sea visible en la superficie de los vidrios. En los bordes del vidrio la temperatura de la superficie es ligeramente más baja que en el centro, por la presencia de la varilla distancial. Por lo que el vidrio se empaña primero en los bordes. En edificios con instalaciones de aireación hay que asegurarse que la humedad del aire controlada sea como máximo del 50%.

¿Por qué son visibles las marcas de etiquetas o de ventosas en la superficie del vidrio?

La condensación, la lluvia o el agua de limpiar pueden sacar a la superficie marcas de etiquetas o de ventosas en superficies de vidrio empañadas. Estas marcas desaparecen cuando la superficie se seca. El motivo por el que aparecen las improntas es un fenómeno físico debido a las diferentes capacidades de humectación de superficies.

Durante la producción de vidrio aislante cada placa de cristal se lava en un sistema de lavado especial con agua tratada.

De este modo la superficie de los cristales se vuelve extraordinariamente limpia y altamente activada química y físicamente. Cuando estas superficies entran en contacto con materiales diferentes (ventosas de transporte, grasas, adhesivo de etiquetas, etc) absorben partes de ellos. Después de su lavado las superficies de los cristales que forman las cámaras ya no se tocan más.

Cada contacto con la superficie del vidrio cambia la energía de la superficie y con ella la capacidad de humectación. Las diferentes capacidades de humectación son inevitables y no constituyen ningún defecto.

Con una humedad normal los vidrios están perfectamente limpios. Con una limpieza periódica la distinta capacidad de humectación se resuelve en su mayor parte, dependiendo de qué limpiacristales se use y de cómo se limpien los vidrios.

¿Cómo se deben limpiar las ventanas de PVC?

Los marcos y mallorquinas de PVC deben limpiarse con jabón neutro en el interior y en el exterior y después enjuagarse con agua clara. Para un mejor resultado se recomienda el secado con un trapo suave. Las juntas y vidrio no deben entrar en contacto con productos de limpieza. Si esto ocurre ha de enjuagarse la superficie con agua clara.

Las mallorquinas lacadas con agua de color intenso pueden decolorarse algo durante la limpieza. Esto no significa una disminución de calidad y no perjudica la durabilidad del lacado. Las superficies de PVC lacadas necesitan un cuidado adicional y especial al menos una vez al año. Para esto recomendamos nuestro producto especial para superficies lacadas.

¿Cómo se deben limpiar las ventanas de aluminio?

Los marcos de aluminio deben limpiarse con agua y jabón en el interior y en el exterior y después enjuagarse con agua clara. Para un mejor resultado se recomienda el secado con un trapo suave. Las juntas y los vidrios no deben entrar en contacto con productos de limpieza. Si esto ocurre, enjuagar la superficie con agua clara.

¿Cómo se deben limpiar las juntas?

PLas juntas deben limpiarse sólo con un producto común de limpieza suave.

¿Cómo se deben limpiar las manillas?

Las manillas han de limpiarse con agua caliente y un trapo suave.

¿Cómo deben limpiarse las persianas?

Las persianas deben limpiarse con agua con jabón y después enjuagar con agua clara. Para un mejor resultado se recomienda el secado con un trapo suave. La limpieza debería realizarse al menos 2 veces por año.